Los fosfitos no actúan como inhibidores o destructores del patógeno sino como un estimulante en la producción de defensas naturales contra el ataque de los mismos
Las plantas, en su evolución, han desarrollado sus propios mecanismos de defensa, tanto físicos como químicos, frente al ataque de parásitos. Uno de estos mecanismos es la producción de compuestos químicos, llamados “fitoalexinas”, tóxicos para los organismos patógenos.
Otros sistemas de protección de que disponen las plantas son del tipo “cortafuegos”, encerrando al patógeno mediante la muerte de las células circundantes. Esto puede ser observado frecuentemente en ataques de hongos que provocan manchas necróticas en el follaje.
La acción del fósforo en forma de ión fosfito combinado con potasio, calcio, magnesio, manganeso, zinc o cobre, estimula el crecimiento y actúa sobre el sistema hormonal promoviendo la producción de fitoalexinas estimulando los mecanismos de autodefensa de la plantas, produciendo un fortalecimiento de los tejidos, fundamentalmente, en tronco, cuello y raíz.
Su acción es muy conocida y difundida, pero merece destacar que es el mejor promotor de fitoalexinas, cuando el árbol recibe señales de agresión internas o externas, a las que responde con la fabricación de sustancias relacionadas con los terpenos, alcaloides, fenoles y ácidos complejos que estimulan los llamados mecanismos de autodefensa o alelopatías.
El mecanismo por el cual la planta reconoce la existencia del patógeno (recordar que los vegetales no tienen sistema nervioso) no es conocido en profundidad, pero la presencia de éstos provoca la formación de elícitores(marcadores externos), que avisan al resto de la planta haciendo que ésta actúe produciendo diversas sustancias además de las fitoalexinas.
El ión fosfito es un compuesto de una gran importancia en sanidad vegetal: presenta un efecto fungicida frente a hongos del tipo Oomicetos y además es un excelente elemento nutritivo.
Por su condición de acropetalo y basipetalo, el fosfito se distingue del resto de los funguicidas sistémicos ya que en la mayoría de los casos son solamente ascendentes, por esto es que a los fosfitos se les atribuye además de su acción propia, la capacidad de sinergisante, aportando propiedades adicionales a los productos con los que se lo mezcla y ampliando su sistemia en ambos sentidos.
Los fosfitos no actúan como inhibidores o destructores del patógeno sino como un estimulante en la producción de defensas naturales contra el ataque y como fungistático, con este especial modo de acción, no es posible la aparición de especies de hongos resistentes.
Como el efecto explicado lo produce el ión fosfito, el elemento que acompaña actúa como nutricional, a tal efecto la línea AFITAL tiene una amplia gama de fosfitos (K, Mg, Mn, Ca, Zn) para ser aplicado según estado fenológico o estado carencial del cultivo. En el caso del Fosfito de Cu, el elemento también actúa como antifúngico.
Afital Fosfito de Potasio
Fosfito foliar inductor de autodefensas
Los fosfitos AFITAL previenen las enfermedades propias del aguado (Phytophthora) y otras enfermedades fúngicas en toda clase de cultivos, hortícolas, cítricos, frutales, etc., con propiedades tanto preventivas como curativas, pudiéndose asociar en caso de cuadros agudos con otros fungicidas.
Se desconocen limitaciones en las dosis especificadas y al aumentarlas la prevención y resistencia a posibles enfermedades será mayor.